Hoy se ha ido una parte de mí, una parte irreemplazable. Se ha ido mi confidente, mi amigo, mi hermano... se ha ido Jacky, mi perro. Llevo 3 años sin vivir en casa de mis padres y por consiguiente de estar lejos de él pero siempre lo he estado echando de menos como al que más. Mucha gente piensa que los perros no son más que animales y que por ello no se les puede tener tanto aprecio. Yo no soy así. Para mi perder a Jacky a sido un golpe muy duro y muy fuerte, creo que más o menos como el que tendría si perdiera a mi hermana o a mis padres.
Jacky llego a mi casa un octubre cuando yo estaba en 5º de primaria (fíjate tú que de años...), me acuerdo que estaba jugando con mi padre a Tomb Raider II, estábamos en la última pantalla luchando contra el dragón. De repente sonó el teléfono y mi madre vino a mi cuarto a decirme que estaba mi abuelo en el portal para darme una caja con ropa. Bajé. Al abrir la puerta del portal y ver la caja enseguida supe que contenía, no puedo explicar lo que sentí, siempre había querido tener un perrito y sabia que esa caja tenía uno. Al abrirla me enamore. Una bolita blanca pequeñísima y tiritando. Era Jacky.
Las primeras noches estuve con el casi sin dormir, era muy pequeñito y estaba recién separado de la madre así que en cuanto apagábamos las luces se ponía a llorar. Yo me levantaba y me quedaba en la cocina con él hasta que se dormía. Y paso una semana hasta que pudo quedarse solo a oscuras.
Fue pasando el tiempo y entre él y yo se creó un vínculo, algo nos unía, el sabía cuando yo estaba mal y yo cuando él lo estaba. Cada vez que me notaba un poco decaído se pegaba a mí y me ponía el morro encima, me lamia, estaba pendiente de todo.
Todas las mañanas cuando me levantaba (me levantaba sobre las 5 ya que me gustaba estudiar con la casa solo para mí) se me subía encima y se dormía mientras yo me tomaba mi café rodeado de apuntes.
Irme de casa me resulto difícil y parte de ello fue culpa de él, ya no tendría a mi sombra blanca para animarme, para hacerme compañía, para dormirse encima...
Desde hace unos meses se que andabas mal, te habían diagnosticado una insuficiencia cardiaca pero yo no me hice a la idea de que te quedaba poco, me lo advirtieron pero no podía hacerme a la idea.
Llevaba unos días que sentía algo extraño, era un presentimiento y sabia que eras tú que me llamabas, tu fin estaba cerca. Me hubiera gustado despedirme pero no ha podido ser.
Hoy me ha llamado mi madre y me ha dado la noticia, he sentido que dentro de mí sonaba un "crack". Era esa parte que te pertenece y que nunca se va a separar de ti.
Estés donde estés se que ahora estas bien y que ya no sufres. Estarás con Terry y con Ouija al otro lado del arco iris, espérame, algún día nos reencontraremos.
Adiós Jacky
Él nunca se irá, igual que tampoco lo hará Ouija, porque siempre le recordaremos. Pocas veces he conocido a un perro más bueno y con tanto corazón, el que ahora le ha fallado.
ResponderEliminarVampy también le echará de menos. A quién va a hacer rabiar ahora?
hola, siento tu pérdida, se le ve muy simpático en las fotos
ResponderEliminaryo tengo 2 tortuguitas de agua y también les tengo cariño jeje